¡ Qué viva la Diosa Fortuna y el Dios de los Buenos Vientos, baúl del truco oportuno y promesa del precario !
! Qué viva peruanísimo el deporte protocolario : arribista el caballazo y el consuelo del corsario !
¡ Qué viva falsario el katchascán democrático : carnaval enmascarado del acróbata sicario !
¡ Qué viva bribona la justicia : que iguala calatos a muertos en negras fosas comunes !
¡ Qué viva cívico el riesgo crepusculario : nuevos actores en los mismos escenarios !
¡ Qué viva el plato, el pleito y el pálpito flatoso : el fuego fatuo de fasto indecoroso !
¡ Qué viva el juego infraterno : salvar a Señores de Terno... de todo fuego moral !
¡Qué viva la cicuta del suicidio colectivo : alegrarse cuando nos pegan y cuando dejan de clavarnos !
¡Qué viva la ontología del puzzle y del pusilánime, que intuye lo conocido y desconoce lo evidente !
¡Qué viva el esclavo perfecto y su lúdica coelhiana : jugar con las palabras y ocultarse en el espejo !
¡ Qué viva el Sol de Guernica con los muertos cara al sol, mocha la oreja derecha y los ojos de Van Gogh !
¡ Qué viva el sueño dorado de mis Dorados de Ensueño: quitarle al pobre dormido lo que sueña pero es mío !
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